Desmontando mitos sobre la figura del arquitecto en reformas residenciales
En el imaginario colectivo persisten ciertas ideas erróneas sobre la necesidad —o no— de contar con un arquitecto en una reforma. Desde Estudio Matera queremos aclarar algunos de los mitos más extendidos, porque creemos firmemente que una reforma bien proyectada no es un lujo, sino una inversión inteligente.
1. “Contratar un arquitecto solo vale la pena si tengo mucho presupuesto”
Este es uno de los prejuicios más habituales, y también uno de los más injustos. Lejos de aumentar los costes, el trabajo de un arquitecto profesional se traduce en una optimización real de los recursos disponibles.
En nuestro estudio, uno de los pilares fundamentales es la viabilidad económica del proyecto:
- Ajustamos el diseño al presupuesto del cliente, no al revés.
- Asesoramos sobre materiales y acabados adaptados al nivel de inversión previsto, sin renunciar al diseño ni a la funcionalidad.
- Buscamos soluciones constructivas inteligentes que eviten sobrecostes inesperados durante la obra.
El objetivo no es gastar más, sino gastar mejor.
2. “Solo necesito un arquitecto si voy a tocar estructura”
Otro error frecuente. En ciudades como Madrid, cualquier reforma que implique un cambio de distribución interior —aunque no afecte a elementos estructurales— requerirá la firma de un técnico competente en la declaración responsable que se presenta ante el Ayuntamiento.
Además de este requisito legal, el arquitecto aporta valor desde una perspectiva global del espacio:
- Diseñamos distribuciones más eficientes, pensadas para mejorar el confort, la luz y la circulación.
- Detectamos posibles problemas técnicos u ocultos antes de que se conviertan en incidencias durante la obra.
- Coordinamos la intervención de los diferentes oficios para garantizar un resultado coherente y bien ejecutado.
3. “Si la reforma es para invertir, mejor reducir todos los costes”
Cuando se trata de reformas para inversión (venta o alquiler), muchos propietarios creen que recortar al máximo es la mejor estrategia. Sin embargo, en un mercado competitivo, lo que realmente marca la diferencia es el valor añadido que puede ofrecer un profesional cualificado.
Un proyecto bien diseñado:
- Incrementa el atractivo comercial de la vivienda.
- Potencia los puntos fuertes del inmueble (luz, espacio, funcionalidad).
- Puede permitir una revalorización inmediata del precio de venta o del alquiler.
En definitiva, invertir en el acompañamiento de un arquitecto no es un gasto prescindible, sino una herramienta estratégica para maximizar el retorno.
En conclusión…
El papel del arquitecto no es exclusivo de grandes proyectos. Es una figura clave para dar sentido, coherencia y eficiencia a cualquier reforma, sea cual sea su escala. En Estudio Matera trabajamos desde la cercanía y la profesionalidad, adaptándonos a las necesidades reales de cada cliente y cada vivienda.
Porque transformar un espacio no debería ser un riesgo, sino una oportunidad y ahí es donde entra el valor de contar con un buen equipo técnico.
¿Estás pensando en hacer una reforma?
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